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En la zona sur de Guara Somontano apenas existen manantiales superficiales, lo que obligó a sus habitantes a idear un sistema que les permitiera acceder con comodidad a los manantiales subterráneos y mantenerlos. Así surgieron los pozos fuente, cámaras abovedadas en las que se almacena el agua.

A través de dos salas se muestran los secretos de estas singulares obras de ingeniería hidráulica de remoto origen, repartidas por todo el territorio.
De Laluenga, en donde además del centro pueden visitarse el Pozo Nuevo y el Viejo, parte la Ruta de los Pozos Fuente de Guara Somontano que recorre las localidades de Ponzano, Lagunarrota, Monesma de San Juan, Adahuesca y Laperdiguera.

 

Centro de los Pozos Fuente de Guara Somontano
Zona deportiva. 22125 Laluenga
Teléfono: 974 308 350
Apertura automática mediante monedas.

  • Centro pozos fuente 2
  • Centro pozos fuente 3
  • Centro pozos fuente 4
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  • Centro pozos fuente 6
  • Centro pozos fuente 7
  • Centro pozos fuente

 

Las gentes de estas áridas tierras de Guara Somontano, ante la escasez de manantiales superficiales, idearon un medio para acceder con comodidad al agua subterránea. Son los pozos fuente, una estructura compuesta por una rampa con escaleras, en parte cubierta, que conduce a la cámara abovedada que contiene el agua.

En pozo fuente que hay en Monesma se conoce como “Pozo de la Cabañera”. Los numerosos rebaños que frecuentaban la cabañera se detenían en un abrevadero desaparecido, que debía llenarse con mucho esfuerzo y muchos viajes.

Su agua molla (blanda) no tiene la suficiente calidad para ser bebida. Sin embargo, gracias a tres galerías excavadas en la roca por las que se filtra, mana con regularidad.

Junto al pozo hubo pilas de piedra para lavar. Llenarlas era un trabajo duro para el que las mujeres mayores requerían la ayuda de los zagales.

 

  • Monesma. Pozo fuente 2
  • Monesma. Pozo fuente 3
  • Monesma. Pozo fuente 4
  • Monesma. Pozo fuente

 

Los asentamientos humanos están condicionados por la disponibilidad de agua. En algunas localidades del sur de Guara Somontano, los pozos fuente son el testimonio de la tenacidad de sus habitantes para abastecerse de agua ante la falta de manantiales superficiales.

El Pozo de Laperdiguera presenta un tramo descubierto de escaleras que permite el acceso al manantial. Éste se cobija bajo una bóveda apuntada que descansa sobre cuatro arcos.

La abundancia de agua subterránea permitió a las gentes de Laperdiguera perforar y construir numerosos pozos de brocal, como los que ves se encuentran junto a los huertos cercanos.

Sus aguas se utilizaban para regar, para hacer la colada en unas pilas de piedra que pueden verse cerca de ellos y, a veces, como ocurría con el de la monumental Casa Cavero, también para beber.

En tiempos de matacía aumentaba la necesidad de agua en las casas y las idas y venidas a los pozos eran continuas.

Cuentan que en Casa el Rafael una criada, sonámbula, vino en plena noche al pozo. Entre sueños llenó un cántaro y, con él sobre la cabeza, emprendió el camino de regreso. El sonido de una vasija al romperse despertó a todos: no se había agachado lo suficiente y el cántaro no pasó del dintel del portalón.

 

  • Laperdiguera. Pozo fuente 2
  • Laperdiguera. Pozo fuente 3
  • Laperdiguera. Pozo fuente

 

Al pie de la muela donde se asienta la población se halla uno de los pozos fuente más antiguos de la comarca. Se trata de una monumental construcción con un tramo de escaleras, en parte abovedado, que desciende hacia la cámara en donde se almacena el agua que se filtra del subsuelo rocoso. En sus muros se grabaron símbolos protectores del manantial y varias fechas asociadas a las sucesivas reformas que el constante uso hizo necesarias.

El impresionante pozo abierto en las entrañas de la tierra en la falda en la que se encuentra, pudo haber dado origen al topónimo del pueblo, derivado del latín lacuna rupta (cavidad redonda). La temprana mención documental de Lagunarrota en época visigótica (551), da cuenta de la antigüedad de la población, cuya importancia se mantuvo a lo largo de los siglos medievales. Durante esta época (desde 1284) el castillo y la población de Lagunarrota fueros los únicos lugares del Altoaragón bajo dominio de los caballeros de la Orden de Calatrava.

Además del Pozo Bajo, la localidad contaba con otro pozo, el del Pinar, de características similares para abastecerse. La cavidad que almacena el agua es alimentada por el agua de lluvia que se filtra a través de las capas permeables de gravas y areniscas.

Se llama pozo del pinar debido a la gran cantidad de pinos que hubo en el pasado en esta zona, de los que es buena muestra el llamado Pino de Foncillas, situado junto a la carretera. El agradable entorno hizo en el pasado de éste, un lugar de reunión y socialización para los jóvenes del puebo.

Pese a que el “Pozo Bajo” era de mayores dimensiones y mucho más espectacular, éste más modesto, era el más usado porque su agua era mejor. Sin embargo, no manaba de manera tan constante como aquel. Durante la sequía de 1948 la extracción de agua tuvo que ser controlada: un personaje ilustre del pueblo, Severo Almunia, ciego, se encargaba de "cobrar" un canon de 10 cts. por cada carga de agua (1 carga = 4 cántaros). El agua se extraía mediante un sistema de noria con cangilones accionada mediante una manivela. Por motivos de seguridad este pozo fue cerrado en 1933, fecha en la que se construyó la “caseta” que cubre toda la entrada.

 

  • Lagunarrota. Pozo fuente 2
  • Lagunarrota. Pozo fuente 3
  • Lagunarrota. Pozo fuente

 

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