logo2019 300

La abundancia de aljibes en las tierras de Castejón del Puente, da cuenta de la ancestral necesidad del hombre de almacenar el agua allí donde obtenerla era difícil.

El aljibe de La Bella, de planta rectangular, muy próximo a la ermita, se construyó con voluminosos sillares de piedra. Los canalillos labrados en la roca conducían el agua de lluvia hasta el interior de la estructura. Cuentan los lugareños que tras las tormentas, el aljibe alcanzaba los dos metros de profundidad.

Para evitar que personas y animales cayeran en su interior, se rodeó de un muro. Unas escaleras compuestas por inmensos bloques de piedra arenisca, facilitaban a los vecinos el acceso al agua. Hasta hace poco, era fácil verlos llenando sus cántaros con agua para beber y cocinar.

 

  • Castejon del Punete. Aljibe de la Bella 2
  • Castejon del Punete. Aljibe de la Bella

 

Una red de acequias de orígenes remotos, surca los campos de Castejón del Puente para llevar el agua hasta los rincones más apartados. Sus gentes han mantenido durante siglos estos riachuelos artificiales, para conducir el agua hasta sus cultivos.

Hoy, desparecida la rueda elevadora, la formidable estructura de sillares que la sustentaba todavía da idea de la grandiosidad de la noria de la Huerta Vieja.

La noria se servía de unas vasijas o cangilones para extraer el agua, mientras el “cequiero” velaba por el buen funcionamiento de su mecanismo. Tras la noria aún pueden verse los restos de la “zabacequia” o caseta del cequiero.

Esta noria, junto a otra similar en Almudévar, es el único ejemplar que se conserva en el Alto Aragón.

 

  • Castejón. Noria 2
  • Castejón. Noria

 

En época romana estas tierras ya estaban habitadas. Muy cerca de aquí se fundó el municipio de Tolous, identificado con el Santuario de la Alegría, en Monzón. El geógrafo latino Estrabón, en su obra “Geografía” mencionó la calzada que discurría junto a aquel, uniendo Ilerda (Lérida) y Osca (Huesca). Su trazado atraviesa los campos de Castejón del Puente.

En la antigüedad el río Cinca era conocido como Cinga Rapax (el voraz Cinca), por la bravura de sus avenidas, capaces de destruir los puentes. La calzada romana cruzaba el río Cinca a través del puente, cuyos restos (doce pilastras y los dos estribos) aún se pueden ver cerca de Castejón. Era de gran longitud (unos quinientos  metros y veinte arcadas) y su trazado, en parte, estaba fuera del lecho del río, en previsión de posibles aluviones.

Sin duda, el puente de Castejón fue una pieza clave en las comunicaciones de la zona. Buena muestra de ello es que en sus cercanías se llegó a formar un poblado llamado “El Pon”.

Esta monumental obra continuó en uso durante toda la Edad Media, hasta bien entrado el siglo XVI.

La destrucción definitiva del puente durante las Guerras Carlistas, en el siglo XIX, trajo consigo la necesidad de buscar una alternativa para cruzar el Cinca. Fue así cómo, junto al milenario viaducto, se levantaron un embarcadero y una caseta para el barquero, con sillares reaprovechados de las desmoronadas pilastras romanas.

Una barca de maroma transportaba gentes y mercancías de una orilla a la otra: con la ayuda de una polea y de la fuerza del barquero, una soga movía la barca. Una sirga de acero sustituyó a la soga de esparto poco antes de que el transporte por carretera condenase al olvido a la barca.

 

  • Castejon. Puente romano 2
  • Castejon. Puente romano 3
  • Castejon. Puente romano

 

La construcción del embalse y la presa de El Grado (concluída en 1969), marcó un importante cambio en la forma de vida y el paisaje gradense.

Ocupa una superficie de 1.273 Ha. y embalsa 400 Hm.3. Forma parte del sistema de riegos del Alto Aragón, puesto que en él se origina el canal del Cinca. También se aprovecha hidroeléctricamente mediante un salto de pie de presa

Ofrece al visitante un inmejorable espectáculo donde el azul del cielo queda perfectamente reflejado en la lámina de agua. La coronación de la presa es un lugar excelente para observar el embalse, con el santuario de Torreciudad y el Pirineo al fondo, y justo enfrente, el valle del Cinca con su característica vegetación de ribera. También desde allí el observador paciente verá saltar las truchas y otros ciprínidos.

En este enclave se celebran tradicionalmente diversas pruebas de la modalidad de orientación subacuática organizadas por la Federación Aragonesa de Actividades Subacuáticas (FARAS). Es también uno de los lugares donde se vienen realizando desde hace lustros las maniobras subacuáticas de la Sección de Actividades Anfibias (SAA) y del Regimiento de Pontoneros ubicado en Monzalbarba (Zaragoza).

La presa ofrece visitas guiadas bajo cita previa:

Mail: divulgacion@chebro.es

Teléfono: 976 711 045

 

  • El Grado. Embalse 2
  • El Grado. Embalse 3
  • El Grado. Embalse 4
  • El Grado. Embalse

 

We use cookies

Usamos cookies en nuestro sitio web. Algunas de ellas son esenciales para el funcionamiento del sitio, mientras que otras nos ayudan a mejorar el sitio web y también la experiencia del usuario (cookies de rastreo). Puedes decidir por ti mismo si quieres permitir el uso de las cookies. Ten en cuenta que si las rechazas, puede que no puedas usar todas las funcionalidades del sitio web.