El Somontano produce vinos de excelente calidad, fruto de la adecuada combinación de sol y lluvia, de una tierra generosa, de siglos de tradición y de las más modernas tecnologías. 

El cultivo del viñedo tiene su origen en la época romana, se mantuvo con los monasterios medievales y se afianzó en época moderna. Hasta tal punto se especializó el territorio, que la elaboración de vinos llegaría incluso a condicionar la estructura y distribución de la casa típica del Somontano.

Siguiendo esta ruta podrán apreciarse paisajes de ayer que miran al mañana, mosaicos de colores cambiantes a lo largo de las estaciones y una naturaleza domesticada por las manos sabias de los hombres y mujeres de esta tierra.

En el Somontano no es posible definir una única ruta del vino, ya que son numerosos los lugares, distribuidos por su territorio, en los que existen bodegas de gran calidad vinculadas a sus viñedos. A pesar de ello, aquí se propone un sencillo itinerario que puede ser realizado en coche, a través del cual va a ser posible conocer nuevos paisajes, donde el viñedo es el protagonista.

El punto de partida es la capital del Somontano, Barbastro. Aquí puede ser visitado el Espacio del Vino y el Centro de Interpretación del Somontano, integrados ambos en el Conjunto de San Julián. También se encuentra la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Somontano. En este mismo lugar hay una tienda, en la que es posible adquirir cualquiera de los excelentes vinos elaborados por las bodegas y productos alimentarios artesanales.

Debemos salir de Barbastro en dirección Huesca, para tomar la carretera A-1232 hacia Alquézar y Salas Altas. Mientras se remonta pausadamente el amplio valle del río Vero pueden verse los primeros viñedos, aunque en estas tierras continúan predominado los cultivos de huerta. Al llegar al cruce de carreteras en el que tomaremos la que se dirige a Salas Bajas, puede decirse que nos encontramos en el centro neurálgico del área vitivinícola del Somontano, ya que fue en este lugar donde se iniciaron las primeras producciones comerciales de los vinos del Somontano. Algunas de las bodegas que aquí existen ofrecen visitas guiadas a sus instalaciones.

Salas Bajas es el siguiente de nuestros destinos. Observando las fachadas de sus casas pueden apreciarse numerosos elementos arquitectónicos que responden a la vinculación que siempre han tenido sus habitantes con el vino. El zócalo de piedra aislaba el interior de los cambios bruscos de temperatura, creando lugares adecuados para la fermentación, almacenamiento y crianza de los vinos.

Junto al casco urbano de Salas Bajas se encuentran las Bodegas Enate, que también cuenta con un servicio de visitas guiadas y otras actividades relacionadas con el mundo del vino. Desde este entorno, podrás realizar la Ruta senderista al Estaño ros Palomos, donde buena parte del recorrido discurre entre viñedos. 

En la extensa llanura en la que se sitúa ambas localidades, los modernos viñedos son los verdaderos protagonistas, siendo además la fuente de ingresos económicos más importante para numerosas familias que habitan los pueblos del entorno.

Salas Altas igualmente ofrece numerosos elementos de interés, estando asociados muchos de ellos a la cultura del vino. Un gran número de casas, al igual que en buena parte del Somontano, cuentan con una ventana abierta en el zócalo, en la fachada principal. Por ella se arrojaban las uvas al lagar o trujar para preparar el mosto. Una vez fermentado, el vino era almacenado en las bodegas.

En torno a esta población pueden realizarse dos sencillas excursiones didácticas, a pie o en bicicleta como Ruta de los Viñedos.

Dejaremos atrás Salas Altas para continuar la ruta hacia la población de Hoz de Barbastro desde donde puede disfrutarse de una excelente panorámica de todo el sector medio del Somontano.

Ya de regreso hacia Barbastro nos adentraremos de nuevo en las tierras dominadas por el viñedo. Encinas, almendros y viejos olivares enriquecen todavía más estos paisajes típicamente mediterráneos. En esta zona se encuentran las poblaciones de Montesa, Cregenzán y Burceat.

Pero esta ruta no finaliza en Barbastro ni en ningún lugar en concreto, ya que son muchas la bodegas y viñedos distribuidos por la variada geografía del Somontano. También Ponzano, Lascellas, Radiquero, Costean, Enate, Castejon del Puente, Monesma de San Juan y Estadilla cuentan con importantes bodegas de la Denominación de Origen Somontano, en las que se elaboran los excelentes vinos que esperan ser degustados por paladares exigentes y conocedores del buen hacer de sus productores.